Desde el 2005 a la fecha hemos realizado trabajos de rescate, restauración y mantenimiento de manera continua, tanto en las construcciones principales como en los jardines y las áreas aledañas.
Debido a las condiciones de deterioro en las que recibimos el edificio al inicio del proyecto, llevamos a cabo una gran labor para recuperar el espacio y ponerlo al servicio del público y los residentes.
En la etapa inicial de rehabilitación, donde se utilizó el capital semilla que otorgó el Gobierno del Estado de Veracruz, se llevaron a cabo trabajos de limpieza intensiva, desmalezado de áreas para jardines, instalación eléctrica y drenaje, impermeabilizaron, retiro de techos de asbesto y restauración de pisos, puertas, ventanas y amueblado.
Asimismo, se estableció el Taller de Carpintería, el cual fue fundamental para nuestra tarea ya que nos permitió solucionar, de manera interna, innumerables necesidades cotidianas y evitó que tuviéramos que recurrir a la compra de mobiliario y equipo.
Una vez que las instalaciones fueron habitables y funcionales de nuevo, iniciamos nuestras actividades, pero no detuvimos los trabajos de rehabilitación, amueblado y decoración. Estas labores las realizamos de forma permanente, pues nuestra asociación civil está a cargo tanto del mantenimiento como de la reparación del lugar.
Hemos hecho trabajos significativos en algunos puntos claves de la casa, como la sustitución de vigas deterioradas, el restablecimiento del sistema de desagüe o el remozado de la fachada, así como grandes proyectos de recuperación de espacios, como la restauración de la construcción que antiguamente albergaba el ingenio o la renovación y adaptación de la vieja cochera.
A través de los años hemos buscado rescatar el estilo y la distribución original del edificio en la medida de lo posible. Debido a la larga historia de la exhacienda y los numerosos propietarios de la misma, el inmueble contaba con intervenciones más o menos pertinentes, de las cuales algunas han sido reversibles.
Asimismo, todas las mejoras que hemos efectuado nosotros han respetado el diseño y la arquitectura del lugar y la época. Tan es así que incluso los espacios que modernizamos, como la cocina, no sufrieron alteraciones significativas.
Es importante señalar que la mayoría de las labores de rehabilitación las hemos costeado con recursos propios y que todas han sido hechas por un equipo de trabajo local, el cual aprovechó los recursos y oficios de la región para realizar la tarea.